CEPILLADO DE LOS DIENTES:
La mayoría de los perros y muchos gatos aceptarán el cepillado como parte de sus cuidados diarios.
Es más fácil introducir la limpieza en los animales jóvenes, pero aún así, la mayor parte de los perros adultos la van a tolerar. Los gatos son más reacios a admitir el cepillado pero, con paciencia y dedicación la mayoría acepta cierto grado de limpieza dental.
Usaremos una pasta de dientes de uso veterinario, ya que es fácil que traguen parte de la misma y podríamos provocarles importantes gastritis con las pastas de humana.
Para comenzar con el cepillado debemos acercarnos lateralmente, en vez de hacerlo desde el frente. Inicialmente limpiaremos sólo unos pocos dientes y nos detendremos cuando el perro/gato muestre síntomas de nerviosismo. Progresivamente iremos limpiando más dientes hasta cubrir toda la boca. Posiblemente necesitará 3-4 semanas para que su animal permita la limpieza de toda la boca.
En los gatos reacios al cepillado podemos empezar frotando las encías con una gasa humedecida, así se van habituando a tolerar un masaje en las encías.
ALIMENTACIÓN:
Lo ideal es que administremos a nuestra mascota principalmente pienso seco, y dejemos la alimentación de lata para premios especiales.
Los piensos hacen morder la croqueta y esto ya provoca un efecto mecánico sobre el sarro. La comida blanda, no sólo no tiene ese efecto sino qué además se acumula y adhiere a los dientes fácilmente.
PREMIOS:
Los premios son buenos para mantener la relación con nuestra mascota y trabajar en su educación.
Para seguir cuidando la higiene oral, mejor usamos premios que completan el efecto abrasivo sobre la placa de sarro, los cuales cuidan la boca y son bajos en calorías. Con una administración diaria completamos los cuidados de la boca de nuestra mascota.
En el caso de que vuestra mascota ya presente sarro o problemas dentales, será conveniente una revisión completar y evaluar los posibles tratamientos.
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