Sabías que simplemente con que el gato pise un poco de polen de dichas flores y luego se lo lama, este es altamente tóxico para los felinos, puede intoxicarse hasta provocar su muerte.
Las plantas de los géneros Liliaceae yHemerocallis han mostrado ser altamente peligrosas por su toxicidad. Estas variedades ornamentales se incluyen en prácticamente todos los arreglos florales y ramos de flores, además de venderse como bulbos para adornar jardines, por lo que su presencia en los hogares de nuestro país es común. Los gatitos jóvenes suelen presentarse como grupo de mayor riesgo ya que en general son más curiosos e inspeccionan cualquier objeto nuevo que aparece en la casa.
Al contrario de lo que ocurre con otras plantas, todas sus partes producen toxicidad: tallo, hojas, flores, pistilos, raíces, polen e incluso la savia y la humedad que puedan desprender, por lo que debemos considerarlas altamente peligrosas.
Los gatos que sufren intoxicación suelen morder las flores, aunque muchos pueden contaminarse simplemente al lamer su propio pelo en el que ha caído polen de la planta.
Estas plantas producen daño renal y, en menor medida, pancreático, aunque el mecanismo por el cual actúan sobre estos órganos aún se desconoce.A nivel estructural el tóxico produce necrosis aguda de los túbulos contorneados proximales en el riñón, y degeneración de las células acinares pancreáticas. Se trata por tanto de daños muy severos y desgraciadamente irreversibles en muchos casos.
Los signos clínicos no son específicos y serían compatibles con los de fallo renal agudo y/o pancreatitis: depresión, vómitos, letargia, dolor abdominal, polidipsia, poliuria y anorexia. Los signos aparecen de forma aguda, aunque generalmente no hiperaguda, desarrollándose a las 24-48 horas desde el contacto con la planta. Si no se controlan los signos de forma temprana evoluciona y, en los casos graves, podemos ver un cuadro de SIRS (síndrome de respuesta inflamatoria sistémica): fiebre o hipotermia, taquipnea, respiración superficial, oliguria/anuria o hipotensión.
El tratamiento de esta intoxicación debe ir encaminado, en una primera fase, a intentar minimizar la absorción del tóxico. Por desgracia, cuando el paciente llega a nuestro centro suelen haber pasado ya varias horas desde la ingestión y esta primera fase no es tan efectiva como nos gustaría, aunque debe permanecer en nuestro protocolo.
El pronóstico de estos pacientes varía en función de distintos factores, como la cantidad de tóxico ingerida, el tiempo transcurrido desde la ingestión hasta el inicio del tratamiento, si el animal ha vomitado tras la ingestión, el diagnóstico y tratamiento o la afectación del páncreas.
los gatos que han ingerido de forma activa parte de la planta tienen un pronóstico por lo general reservado/malo, y es algo de lo que debemos informar a los dueños.
Como vemos, la intoxicación por liliáceas en los gatos es un cuadro muy grave, pero a la vez evitable si se difunde la información necesaria.
Fuente: Argos portal veterinaria
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