Se trata del comportamiento que tienen nuestros animales cuando se comen las heces. En la naturaleza hay especies que practican este tipo de actos habitualmente, como es el caso de los conejos, en los que realizan la digestión en dos veces por lo que la coprofagia es necesaria para asimilar todos los nutrientes siendo fundamental para su alimentación. En el caso de nuestros perros, es una conducta que tienen solo bajo determinadas condiciones, pudiendo tratarse de ingestión de material fecal propio o de otros animales.
Suele ser además un hábito que desagrada mucho a los propietarios de perros, y es motivo en muchas ocasiones de consulta en nuestra Clínica Veterinaria.
Tipos
Existen diferentes tipos de coprofagia:
1-Autocoprofagia: animal que se come sus propias heces.
2- Coprofagia intraespecífica: animales que comen heces de otros dentro de su misma especie.
3-Coprofagia interespecífica: animales que comen heces de otras especies.
Causas
Las causas más frecuente de coprofagia en los perros son:
1- Llamar atención: tienen este tipo de comportamiento para llamar nuestra atención, aunque sea para que los regañemos.
2- Curiosidad: se produce en cachorros que por curiosidad exploran su entorno y pueden descubrir el sabor apetecible de las heces de otros animales alimentados con otra dieta. Es habitual en los perros la ingestión de heces de los gatos con los que comparten espacio en la misma casa.
3- Problemas digestivos: en perros que hacen heces blandas o diarreas aisladas, persisten en ellas nutrientes sin digerir por lo que al detectarlos, las ingieren de nuevo para digerirlos completamente. Esto se suele dar sobre todo en cachorros.
4- Aburrimiento: animales que pasan muchas horas solos o que no se les dedica la suficiente atención.
5- Ansiedad: animales que padecen mucho estrés por diversos motivos pueden tener este tipo de hábitos, o por evitar el castigo.
6- Limpieza: los animales distinguen zonas sucias de zonas limpias, por lo que algunos perros ingieren material fecal para mantener limpio su hábitat.
7- Instinto: algunas madres comen las cacas para quitar el olor y evitar así la presencia de posibles predadores.
8- Alimentación: en casos extremos en los que los animales no tienen suficiente comida pueden desarrollar este tipo de comportamientos.
9- Nutrición: hay casos de animales que no asimilan el pienso que les administramos por lo que pueden padecer deficiencias vitamínicas y minerales que desencadenen este comportamiento.
10- Patologías: casos de perros adultos que de forma repentina desarrollan coprofagia deberán acudir a su Veterinario habitual para descartar posible patologías como insuficiencia pancreática exocrina para valorarlo tratarlo adecuadamente.
Para los dueños de perros que tienen este tipo de hábitos tan desagradables, es muy difícil entender lo que para nuestros perros es algo natural; la primera impronta comportamental que tienen los perros nada más nacer es que sus madres les limpian sus cacas cuando son cachorros comiéndoselas para mantener el nido limpio hasta que los cachorros con capaces de alejarse a defecar.En algunas ocasiones, los cachorros recién nacidos se comen sus heces como aprendizaje alimenticio. Lo que según algunas teorías, puede ayudar a florecer su flora intestinal. En la mayor parte de los casos esta costumbre remite con la edad y a partir de los 6 meses desaparece, pero si persiste puede convertirse en un problema, pasando a denominarse “patología”.
7- Instinto: algunas madres comen las cacas para quitar el olor y evitar así la presencia de posibles predadores.
8- Alimentación: en casos extremos en los que los animales no tienen suficiente comida pueden desarrollar este tipo de comportamientos.
9- Nutrición: hay casos de animales que no asimilan el pienso que les administramos por lo que pueden padecer deficiencias vitamínicas y minerales que desencadenen este comportamiento.
10- Patologías: casos de perros adultos que de forma repentina desarrollan coprofagia deberán acudir a su Veterinario habitual para descartar posible patologías como insuficiencia pancreática exocrina para valorarlo tratarlo adecuadamente.
Para los dueños de perros que tienen este tipo de hábitos tan desagradables, es muy difícil entender lo que para nuestros perros es algo natural; la primera impronta comportamental que tienen los perros nada más nacer es que sus madres les limpian sus cacas cuando son cachorros comiéndoselas para mantener el nido limpio hasta que los cachorros con capaces de alejarse a defecar.En algunas ocasiones, los cachorros recién nacidos se comen sus heces como aprendizaje alimenticio. Lo que según algunas teorías, puede ayudar a florecer su flora intestinal. En la mayor parte de los casos esta costumbre remite con la edad y a partir de los 6 meses desaparece, pero si persiste puede convertirse en un problema, pasando a denominarse “patología”.
Tratamiento
1- Comportamental: Deberemos intentar dedicarles más tiempo y mejorar su espacio en la medida de lo posible para evitar la aparición y desarrollo de éste tipo de comportamientos y otro tipo de estereotipias o comportamientos inapropiados. La educación siempre debe ser a través del refuerzo positivo. No es recomendable regañarles cuando se coman sus heces para evitar que se refuerce esta conducta y desarrollen estas conductas para llamar nuestra atención. Mantendremos el entorno limpio (evitando que la mascota nos vea recoger las heces), aumentaremos la fibra en su dieta y la distribuiremos en 3 raciones al día.
2- Ambiental: Algunos adiestradores recomiendan echar alguna sustancia desagradable para ellos sobre las heces y aumentar la frecuencia de recogida de las heces para evitar que tengan acceso a ellas.
3- Médico: Tanto en el caso de animales adultos como cachorros que desarrollen este tipo de hábitos, deberán someterse a una revisión veterinaria completa para descartar diversas patologías y tratarlas si es necesario: diarreas, pancreatitis, insuficiencia pancreática exocrina, síndrome de malabsorción, parasitosis, diabetes mellitus, hiperadrenocorticismo, dietas hipocalóricas, …
4- Nutricional: Solemos recomendar un cambio en la marca del pienso que comen nuestros animales por si se tratara de un problema particular de asimilación de nutrientes, así como complementar su dieta con vitaminas durante algún periodo de tiempo. También se pueden incorporar a su dieta sustancias que empeoren el sabor de las heces (fibra, piña, calabacín,...).
Tratamiento preventivo
Será importante desparasitar frecuentemente a nuestros animales para evitar que por este tipo de comportamientos tengamos riesgo de que desarrollen parasitosis intestinales.
Los veterinarios recomendamos desparasitar al menos cada 3 meses de rutina a todos nuestros animales domésticos para disfrutar de ello con total seguridad para toda la familia.
Si observas este tipo de comportamiento en tus animales no dudes en acudir al veterinario para que realice una revisión que descarte posible existencia de patologías que la estén originando.
1- Comportamental: Deberemos intentar dedicarles más tiempo y mejorar su espacio en la medida de lo posible para evitar la aparición y desarrollo de éste tipo de comportamientos y otro tipo de estereotipias o comportamientos inapropiados. La educación siempre debe ser a través del refuerzo positivo. No es recomendable regañarles cuando se coman sus heces para evitar que se refuerce esta conducta y desarrollen estas conductas para llamar nuestra atención. Mantendremos el entorno limpio (evitando que la mascota nos vea recoger las heces), aumentaremos la fibra en su dieta y la distribuiremos en 3 raciones al día.
2- Ambiental: Algunos adiestradores recomiendan echar alguna sustancia desagradable para ellos sobre las heces y aumentar la frecuencia de recogida de las heces para evitar que tengan acceso a ellas.
3- Médico: Tanto en el caso de animales adultos como cachorros que desarrollen este tipo de hábitos, deberán someterse a una revisión veterinaria completa para descartar diversas patologías y tratarlas si es necesario: diarreas, pancreatitis, insuficiencia pancreática exocrina, síndrome de malabsorción, parasitosis, diabetes mellitus, hiperadrenocorticismo, dietas hipocalóricas, …
4- Nutricional: Solemos recomendar un cambio en la marca del pienso que comen nuestros animales por si se tratara de un problema particular de asimilación de nutrientes, así como complementar su dieta con vitaminas durante algún periodo de tiempo. También se pueden incorporar a su dieta sustancias que empeoren el sabor de las heces (fibra, piña, calabacín,...).
Tratamiento preventivo
Será importante desparasitar frecuentemente a nuestros animales para evitar que por este tipo de comportamientos tengamos riesgo de que desarrollen parasitosis intestinales.
Los veterinarios recomendamos desparasitar al menos cada 3 meses de rutina a todos nuestros animales domésticos para disfrutar de ello con total seguridad para toda la familia.
Si observas este tipo de comportamiento en tus animales no dudes en acudir al veterinario para que realice una revisión que descarte posible existencia de patologías que la estén originando.
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